La antigua China comenzó a conocer la cultura europa a través de este hombre: Matteo Ricci


. Este jesuita maceratese mostró por primera vez a la Corte del Emperador las matemáticas, el calendario europeo y el mapa del mundo. Con motivo del 400 aniversario de su muerte, el Vaticano le hace un homenaje con la exposición: Padre Matteo Ricci Entre Roma y Pekín.

Misionero incansable y prodigio intelectual su obra todavía se estudia en los libros de historia chinos. Tras los pasos de San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, Matteo Ricci llegó a Goa en 1578, después de seis meses de viaje.

De allí se trasladó a Zhaoqing donde comenzó un intenso estudio del chino y elaboró la primera obra cartográfica de China en la que se incluían Europa, África y América. En 1589 le expulsaron y se dirigió a Shaozhou, donde enseñó matemáticas a intelectuales. Además tradujo importantes obras de la historia al chino como el Tratado de la amistad.

Matteo Ricci quería llegar a toda Asia, así que intentó entrar en Pekín con la ayuda de un importante Mandarino. Tuvo que esperar seis años para llegar a la capital. El emperador le permitió la entrada en el año 1601 debido a su gran popularidad.

No sólo consiguió entrar en Pekín, sino que además es recibido en la Ciudad Prohibida. No vio nunca al emperador, porque ninguno podía encontrarlo. Pero el emperador tenía mucha curiosidad por conocerlo. Dicen que los familiares del emperador no sólo le escucharon, sino que además se convirtieron.

Y es que el nombre de Matteo Ricci se extendía por Asia. La clave de su éxito fue que formó parte de la cultura china viviendo y vistiendo como ellos. Esto provocó suspicacias entre hombres de Iglesia hasta que en 1939 Pío XII lo rehabilitó oficialmente y lo puso de ejemplo para todos los cristianos.

También tuvo que soportar el desprecio de los chinos, ya que criticaba con dureza a budistas y tahoistas.

Pero gracias a su incansable trabajo por los asiáticos, no sólo consiguió que muchos se convirtiesen al cristianismo, sino que su legado, todavía hoy, es un punto de unión entre Oriente y Occidente.
Matteo Ricci es muy estimado y querido en China. Tanto como para representar un punto formidable de encuentro y de diálogo. En torno a él cristianos y asiáticos pueden entenderse, pueden encontrase.

Con el fin de dar a conocer la figura y obra de Matteo Ricci, el misionero jesuita que vivió en China a fines del año 1,500, el Instituto que lleva su nombre realiza una exposición abierta desde el 19 julio hasta el 5 de octubre en Macerata, ciudad natal del sacerdote. La exposición, titulada “Padre Mateo Ricci en Pekín. Europa en la Corte de los Ming”, reconstruye la vida de Ricci, quien nació en 1552 y murió en Pekín en 1610, siendo el primer europeo que introdujo en China la filosofía, ciencia, teología y arte occidental y primer occidental que aprendió a hablar y a escribir a la perfección la lengua china.
En declaraciones a la agencia Fides, el Profesor Filippo Mignini, director del Instituto Matteo Ricci y creador del proyecto, señaló que “lo que Ricci puede dar a la Iglesia y a la sociedad de hoy es una lección de gran apertura y respeto de las cultura con las que se entra en contacto, como ha hecho la Iglesia después del Concilio hablando de ‘inculturación’”.
Luego, Mignini explicó que “Ricci consideraba a China como un mundo dotado de plena dignidad, tradición y cultura. Dejó en herencia a la Iglesia y a todo hombre una sabiduría en la relación con el otro”.
Al referirse a la exposición, Mignini indicó que está organizada en tres secciones principales: la primera ilustra todo el patrimonio cultural del que se nutrió Ricci, desde las cartas clásicas de ciencias humanas a los tratados científicos y a la teología; la segunda profundiza en algunos temas como la relación de la cultura occidental y de la fe cristiana con las religiones chinas (confucionismo, budismo, taoísmo) y con el arte chino.
En la tercera parte –continuó– se encuentran las obras escritas del misionero jesuita en chino, además de dibujos y objetos del literato chino.
Más adelante, el profesor sostuvo que entre los valiosos fragmentos de la muestra está la primera edición china del “Catecismo”, titulado “Verdadera explicación del Señor del Cielo”.
Asimismo, Mignini afirmó que tiene mucha importancia la “Enciclopedia de Historia natural considerada en relación con el arte de curar”, que consiste en un manuscrito con páginas ilustradas en acuarela, en 16 volúmenes de la época Ming.
Finalmente, el profesor informó que la muestra se trasladará a Roma en octubre próximo para formar parte del “Vittoriano”, espacio de exposiciones dedicado a las grandes figuras de personajes italianos.

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